El Gobierno británico anunció este miércoles una nueva ronda de sanciones contra el Ejército de Rusia y personas vinculadas al Kremlin por la invasión de Ucrania.

El anuncio coincide con la visita sorpresa que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hace hoy al Reino Unido, la primera a este país desde la invasión rusa el 24 de febrero de 2022.

Según un comunicado divulgado por el Ministerio británico de Exteriores, las sanciones afectan a seis entidades que proporcionan equipo militar, como drones, para la invasión rusa de Ucrania, así como a varias personas conectadas a redes financieras que ayudan a mantener el poder de individuos vinculados al Kremlin.

«Ucrania le ha demostrado a (el presidente ruso, Vladímir) Putin que no se romperá bajo su invasión tiránica. Él ha respondido atacando indiscriminadamente áreas civiles e infraestructura nacional crítica en todo el país», señala el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, en el comunicado.

«No podemos dejar que triunfe. Debemos aumentar nuestro apoyo», añadió el ministro.

«Estas nuevas sanciones aceleran la presión económica sobre Putin, socavando su maquinaria de guerra para ayudar a Ucrania a prevalecer. Estoy decidido, de conformidad con nuestras leyes, a que Rusia no tenga acceso a los activos que hemos congelado hasta que ponga fin, de una vez por todas, a sus amenazas a la soberanía e integridad territorial de Ucrania», subraya.

En concreto, las sanciones van dirigidas a organizaciones en las que Putin confía para mantener su invasión de Ucrania, como CST, fabricante de drones rusos que se han utilizado para destruir vehículos de combate ucranianos.

También van contra RT-Komplekt, que produce piezas para helicópteros utilizados por Rusia en su asalto a Ucrania; Oborologistics, que organiza el transporte y la entrega de equipos militares rusos; y Universalmash y Lipetsk, que fabrican componentes para los sistemas de misiles antiaéreos utilizados por las fuerzas rusas.

Asimismo, está Topaz, una empresa de software involucrada en la aviación militar.

Entre las personas sancionadas están Boris Titov, comisionado presidencial para los derechos de los empresarios; Nikolay Egorov, vicepresidente de la refinería de petróleo privada más grande de Rusia; Sergey Rudnov, propietario del medio de comunicación pro-Kremlin Regum; Svetlana Krivonogikh, accionista de Bank Rossiya y National Media Group, que promueve la invasión; y Viktor Myachin, propietario de Aerostart, una empresa rusa de mantenimiento y reparación de aeronaves.

Otros sancionados son: Alexey Repik, presidente de la junta directiva de R-Pharm, una compañía farmacéutica rusa que recibió financiación del fondo de inversión directa ruso; Evgeny Shkolov, exasistente presidencial; y Pavel Titov, presidente de Delovaya Rossiya, una asociación que representa los intereses empresariales.

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