El presidente de la República, Nicolás Maduro, fue invitado a participar en la Cumbre de Mandatarios que convocó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Asimismo, el presidente brasileño invitó a los mandatarios de los once países de la región: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

La cumbre, prevista para el 30 de mayo, tiene como objetivo principal «retomar el diálogo» entre los países de la región, «que no se reúnen hace muchos años», según explicó Gisela Padovan, secretaria para América Latina y Caribe de la Cancillería brasileña.

El gobierno de Brasil prevé que el encuentro permita discutir la posibilidad de «volver a contar con un mecanismo de integración puramente suramericano», que sea «permanente, inclusivo y moderno» e incluya a los doce países de la región, independientemente del color de su Gobierno.

Padovan resaltó que «es muy importante» que el mecanismo de integración no sea «fraccionado», marcando distancias con organismos impulsados en las últimas décadas como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un organismo que está «paralizado», aunque Brasil y Argentina volvieron a integrarse en él.

Por otra parte, las relaciones entre el gigante suramericano y Venezuela específicamente se encuentran en una nueva etapa productiva con la llegada al poder de Lula da Silva.

Recientemente, el embajador venezolano ante Brasil, Manuel Vadell, presentó las cartas credenciales al mandatario brasileño.

El presidente Maduro, por su parte, dijo que «es un gran paso» la entrega de las cartas credenciales de Manuel Vadell al presidente Lula. Comentó que el hecho “constituye un nuevo punto de partida para la consolidación de la unión entre ambos pueblos hermanos”.

Con información de ÚN

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