La Juventus alzó el título de la Coppa Italia para darle una alegría a una afición que ya se veía huérfana de títulos esta temporada. ¿El culpable del triunfo? Un recital de Dusan Vlahovic, que se echó al equipo de Allegri a la espalda y fue un titán en el Olímpico de Roma.

El delantero serbio solo necesitó cuatro minutos para poner el partido a favor de la Juventus. Una jugada trenzada desde atrás, apenas tres pases y un error de Djimsiti rompiendo el fuera de juego dejaron a Vlahovic solo ante Carnesecchi. El atacante aguantó la embestida de Hien aprovechando su corpulencia y definió con pierna derecha para poner el primero de partido.

El gol puso el encuentro justo donde lo quería Allegri. La Juve tuvo todavía unos minutos de dominio, con ocasiones para Cambiaso o Caviglia, pero conforme transcurría el partido el equipo se iba echando hacia atrás, bajando el bloque hasta plantarlo prácticamente en las proximidades del área. Algo habitual en el conjunto ‘bianconero’ esta temporada.

La segunda parte arrancó con un ejercicio de supervivencia de la Juve, que parecía cada vez más cómoda defendiendo el resultado a pesar de la cantidad de minutos que había por delante. Lookman estuvo a punto de poner el empate con un remate desde fuera del área que se marchó cerca del palo y, unos instantes más tarde, Koopmeiners volvió a tener el gol con un remate de cabeza, reseñó Sport.

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