Nada de lo que sucede entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva sucede de puertas adentro, en la intimidad. El noviazgo fue viral. El anuncio del compromiso, con anillo raro incluido, se anunció primero en Instagram. Las pruebas de su infidelidad corrieron veloces en todas las redes sociales.

El disgusto de Tamy y su huida a casa de su madre Isabel Presyler fue retransmitido por televisión. Ahora, es el novio el que vuelve a dirigirse a todas las unidades con un mensaje de arrepentimiento. Así son las relaciones sentimentales en la era de la influencia viral.

Casi 48 horas después de destaparse su ‘affaire’ con una modelo brasileña en el festival Burning Man, Íñigo Onieva reacciona de la única manera posible: pidiendo perdón. Una pena que ayer, en vez de mostrar inmediatamente su arrepentimiento, decidiera mentir sobre la fecha de su juerga en el desierto.

Sin duda, este ha sido el error más sorprendente de Íñigo Onieva, quien acaso pensó que a miles de kilómetros podía escudarse en cierta privacidad. Hay que ser muy ingenuo para pensar algo así, pues Tamara Falcó y su círculo próximo está sometido a una vigilancia que hace prácticamente imposible un engaño de estas características. Íñigo se acaba de enterar de que vivimos en la era de la vigilancia.

Todo parece indicar que nos encontramos en el inicio de una previsible campaña de reconquista de Tamara Falcó por parte de Íñigo Onieva, un proceso en el que debe dar una serie de pasos, conocidos para cualquiera que sepa un poco de religión: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, admitir los pecados públicamente y cumplir la penitencia.

El comunicado con el que Íñigo Onieva ha sorprendido hoy al mundo cumple con parte de estos requisitos. «El los vídeos difundidos aparezco en una actitud inaceptable, de la cual estoy absolutamente arrepentido y destrozado por ello«, comienza. Obviamente, el empresario y relaciones públicas ha podido examinar su conciencia y darse cuenta de que su mentira no iba a ninguna parte, por lo que ha mostrado el consiguiente dolor.

«Pido disculpas por no haber sido honesto y pido perdón a Tamara y a su familia públicamente», continúa Onieva, en un reconocimiento prístino y público de sus pecados. Lo que sigue podría tomarse como un propósito de enmienda: «Estoy completamente enamorado de Tamara y es la mujer de mi vida, por lo que me duele enormemente haberla hecho daño».

Por qué la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva depende del perdón en la residencia Preysler

Sin duda, es una paso adelante que Íñigo Onieva reconozca de esta manera la densidad amorosa de su relación con Tamara Falcó, pues las etiquetas de Instagram que ha usado para referirse a ella, tipo #tandem o #teamplayer, no son demasiado románticas ni explícitas de lo que se entiende por un romance que está en plena fase de ebullición.

El drama está en su momento más delicado: a la espera de recibir el portazo definitivo de Tamara Falcó o la esperada penitencia. No es este un asunto nada previsible, pues aunque la influencer pueda estar predispuesta a perdonar por su fe (su fe en el Amor con mayúsculas y su inquebrantable fe católica), no podríamos afirmar lo mismo de Isabel Preysler.

La última frase del comunicado de Íñigo Onieva está, sin duda, dirigida a la persona más importante de esta relación a tres, que no es otra que la madre de la novia. Sin la aquiescencia de Isabel Preysler, es poco probable que Tamara vaya a dar el paso de perdonar una humillación del calibre público que hemos vivido en estos trepidantes días. Veremos si Íñigo puede, sabe o quiere ganársela. Va a ser dura de pelar.

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