Y se acabó «la paz política” forzada e innatural que impuso el chavismo desde finales de 2023. Luego de ese lapso, María Corina Machado continúa escalando en las preferencias electorales y el régimen continúa descendiendo sin remedio, el castrismo venezolano comprendió que su control mediático absolutista le es totalmente inútil, como todo en política, la realidad se impone, así, la senda de la violencia institucionalizada sigue siendo su única opción.
A ver, los detractores del régimen suman, al menos, 85% de todos los venezolanos ¿Qué sentido tiene «conspirar» en un año electoral-presidencial? También nos preguntamos ¿Quién buscaría enrarecer/sabotear el panorama político? Obviamente, quien va perdiendo, dicho sea de paso, de forma irremediable.
La real realidad es que Maduro vs María Corina Machado sería electoralmente aplastado por la triunfadora de las primarias, la ventaja opositora es que, incluso, un candidato auspiciado por Machado también lo haría, mientras el chavismo, con Maduro como su peor candidato histórico, no tiene segunda opción, considerando además el hecho que muy difícilmente se atrevería a contradecir la última voluntad del expresidente Hugo Chávez. En ese orden de ideas, cuando el régimen resuelva qué hacer con María Corina es que se atreverá presentar el cronograma de las presidenciales.
No tenemos duda, lo que propone Eduardo Fernández es hacerle el favor al régimen, o sea, un “cónclave” para ayudarlo librarse de María Corina Machado. Lo políticamente correcto, lo ajustado a la realidad, sería que ese «conclave» decidiese apoyar irrestrictamente a quien ganó las primarias legítimamente y está inconstitucionalmente «inhabilitada», allí comenzaría una presión totalmente justificada, legítima.
Mientras el régimen afronta su debacle, reducido solo a las instituciones públicas psuvizadas, se radicaliza día tras día, sigue arremetiendo contra protestas, periodistas, medios, partidos, contra todo aquel que exija cambios, denuncie la realidad económica, social o represente una amenaza electoral.
Tras todo lo realizado contra María Corina Machado, contra las primarias, con el Esequibo, las denuncias de magnicidio, intentonas, aumento de bonos, etc. el chavismo no ve mejorar su aceptación, al contrario, se desploma, no quedándole más opción que patear una vez más la mesa e imponer sus reglas, sus condiciones, su hábitat político.
El escenario electoral que prepara el régimen es como 2018: Solo candidatos ungidos por él, que no reprocharán procedimientos ni resultados, premiados con cuotas de poder como los “alacranes”, AD (ambos), UNT, entre otras hierbas. Se preguntarán ¿Y las sanciones? Pues, ya sabe vivir con ellas y continuará adherido a la economía sub mundial de China, Rusia, Irán y regímenes emparentados. No les extrañe que «alacranes» y otros rentados simulen unas primarias con CNE, súper infladas y finjan un candidato electo con 3 millones o más de votantes.
«Derechas, izquierdas, oligarquías, imperios» Increíble que en pleno Siglo XXI aún existan gobiernos con estos argumentos huecos, cazabobos, que buscan justificar sus desmanes, todos regímenes corruptos, antidemocráticos, desinstitucionalizados, con figuras autoengrandecidas. Oír a un simpatizante de estos, con discursos prefabricados, carentes de racionalidad, es igual a oír a un loro, disculpen nuestra franqueza. Una política cavernaria como esta solo puede degenerar una nación como la que tenemos ¡A la espera de una oposición real, capaz! @leandrotango
Por: Leandro Rodríguez Linárez