El presidente del Concejo Municipal del municipio La Ceiba en el estado Trujillo, el Prof. Sneider Hernández, señaló en la sede del ayuntamiento ubicado en la zona panamericana que no hay razones para que los educadores trujillanos y venezolanos estén sumidos en la miseria y en la desesperanza, y es por eso, que brinda su apoyo incondicional a las distintas acciones de protestas del sector educación quienes lamentablemente, el pasado domingo 15 de enero, en su día, no tenían nada que celebrar.
Indicó el también docente que los maestros trujillanos, en especial, los que laboran en jurisdicción del municipio La Ceiba, comenzaron este año en las calles de toda la región trujillana y del país, protestando para rechazar los salarios de hambre y exigir remuneraciones dignas, que sean ajustadas, porque el último aumento del salario mínimo y de sus tabuladores fueron consumidos por la inflación. Exigen reivindicaciones salariales y la aprobación de la contratación colectiva que les alcance al menos para cubrir los gastos básicos, ya que es imposible mantenerse con los salarios que devengan actualmente.
Señaló el edil del partido Primero Justicia y de la fracción de la Plataforma Unitaria dentro del Cámara Municipal de La Ceiba, que estas fechas pasaron de ser conmemorativas entre los profesionales del área educativa para convertirse en una ocasión de protesta, pues uno de sus temores más grandes es que no vislumbran soluciones a corto plazo. Las condiciones laborales en la que se encuentran los educadores y los trabajadores públicos es terrible en una Venezuela deteriorada por el régimen, es por eso, que se vienen organizando protestas pacíficas para exigir sus derechos y un salario que les permita vivir dignamente.
Para terminar el concejal presidente, Sneider Hernández, ratificó que el pasado domingo 15 de enero, con motivo del Día del Maestro los docentes denunciaron una vez más la grave situación en que vive el sector por la falta de formación pedagógica, la carencia de inversión en las estructuras de enseñanza en el país, la marcada ideologización en las escuelas y la necesidad de incentivos salariales que motiven a los educadores. Los educadores y los trabajadores públicos continuarán luchando en la calle de forma pacífica alzando su voz por la recuperación de la calidad de vida como camino que abrirá las puertas hacia la prosperidad, agregó.