Por la prepotencia con la que se dirigió al tribunal, es evidente que espera una condena. Ya lo había dicho al iniciar el juicio. Sin embargo, el alegato de Cristina Kirchner no pudo evitar ser un mamarracho absoluto. Si estos fueron sus mejores argumentos, evidentemente no tiene absolutamente nada para decir sobre las acusaciones que pesan en su contra.

En un discurso que se extendió más de una hora, la vicepresidente argentina argumentó que no puede ser responsable de una asociación ilícita, sencillamente porque formó parte de un gobierno elegido democráticamente por el pueblo. En sus extraviados pensamientos, parece que la legitimidad de origen autoriza a la clase política a hacer cualquier cosa en el poder. Incluso señaló que el ámbito adecuado para juzgar el “mal desempeño” de un presidente es un juicio político en el Congreso. Como si ganar una elección le diera el derecho de esquivar los ilícitos mencionados en el Código Penal.

Amparándose en la coherencia del derecho, dijo que si ella formó parte de la asociación ilícita de la que se la acusa, todas las acciones de su gobierno deberían ser consideradas nulas. La que eligió para ejemplificar el impacto que tendría esta eventual cuestión fue la nulidad del rol del fiscal Diego Luciani (que pidió doce años de prisión para ella), ya que fue designado en el cargo que hoy ocupa durante su gobierno.

Sin poder argumentar absolutamente nada sobre la evidente preferencia por Austral Construcciones de Lázaro Báez en Santa Cruz, CFK dijo que la provincia tenía sus autoridades por entonces, como si los gobernadores santacruceños no fueran de su riñón. Actualmente, la persona a cargo en el Poder Ejecutivo provincial (que más de uno denomina «feudo») es Alicia Kirchner, la hermana del fallecido expresidente Néstor Kirchner.

Como era de esperar, volvieron las menciones a Mauricio Macri y las supuestas implicancias políticas detrás de la acusación en su contra. Lógicamente, en el alegato de Cristina Kirchner no faltó la mención al supuesto intento de homicidio que sufrió en la puerta de su casa. En este sentido, la vicepresidente dijo que “la banda de los copitos” son solamente los autores materiales. ¿Qué tenía que ver esto con la causa “Vialidad”? Absolutamente nada, claro. Como la mayoría de sus manifestaciones esta mañana. Un calco de los alegatos de su abogado, que casi no pudo hacer referencia alguna a la obra pública en la provincia de Santa Cruz.

¿Qué no pudo decir en su alegato CFK? Lo importante: Cómo un empleado bancario, amigo de su esposo, creó una constructora cuando ellos llegaron al gobierno, cómo hizo Austral Construcciones para recibir la mayor parte de la obra pública en Santa Cruz durante el Kirchnerismo y por qué la empresa se liquidó repentinamente cuando Macri ganó las elecciones en 2015. Panam Post

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