Volvemos insistir, no se trata de mesianismos, se trata de identificar en su justo valor a los actores políticos del presente. La Venezuela 2023 es una fina destilación de los “errores” cometidos por la pretendida “oposición”, tanto que ha servido para que muchos finalmente abrieran sus ojos y se dieran cuenta que la misma trágica fórmula de diálogos secuenciados con elecciones con instituciones psuvizadas, no son casualidades, ni siquiera intentos para cambiar al régimen ¡No! es un comercio electoral furtivo. Solo unos pocos obtienen cuotas de poder y recursos sacrificando la nación.

María Corina Machado no es una mujer superdotada, no es perfecta, no es una deidad personificada, es simplemente una ciudadana preparada, con coraje, capaz y, sobre todo, precisa en sus análisis, en su interpretación de la realidad política del país, y este último punto la hace distinta al resto, resto que solo promete aumentos de sueldos y perfume democrático. Ella, junto con Carlos Andrés Pérez, Salas Römer y Oscar Yánez, fue de las primeras que supo descifrar y desenmascarar al chavismo, desde “Súmate” percibió prematuramente el irrespeto que esta corriente sentía hacia el voto, hacia la democracia.

Venezuela no necesita candidatos ¡No! es lo que quiere creamos el régimen y sus cómplices ¿Por qué? porque controlan milimétricamente las instituciones, interpretan las leyes a su conveniencia, disponen de los recursos y armas que deberían ser de la nación, pero están bajo la ignominia del partido de gobierno, de sus jerarcas ¿Quién a estas alturas lo duda?

Por eso el chavismo le tiene un miedo inenarrable, por eso la Mud, el G4+, la PUD, alacranes y demás falsa oposición le tienen incontenible pavor. Ella, a través de su acertada interpretación, de su conexión con la gente, es la única capa de romper con el statu quo imperante desde hace más de dos décadas. El terror hizo que extendieran barbáricamente una inhabilitación (que ya era ilegal) de 12 meses a 15 años… también buscarán la forma de evitar su rostro en las primarias.

Los cómplices no hacen más que apagar fuego, son extintores de la democracia. El régimen al no ser reconocido desde 2019 y tras sus querellas internacionales, sobre todo ante la Corte Penal Internacional, no puede reprimir como es su costumbre, por eso la falsa oposición jamás apoyó las distintas acciones de presión social de los últimos tres años a pesar que ONGs, como el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, advierten el incremento récord de protestas sectoriales en todo el país. Pactaron “paz” para recibir, una vez más, dádivas, cuotas de poder y los millonarios recursos de campaña de las presidenciales de 2024 con los que muchos resuelven sus vidas. Sin embargo, las cosas no obedecen a su dantesca planificación, nos explicamos:

María Corina Machado es la única radical, desde la inhabilitación su ventaja sobre los demás «candidatos» no hace más que incrementarse, a niveles que el segundo lugar es una fracción de su apoyo. El resto de los políticos siguen apostando a la ficción democrática, no se han dado cuenta que el venezolano se hastió del macabro juego. Los venezolanos de a pie tienen y exigen una posición radical contra el régimen ¿Cómo no hacerlo sí éste se radicaliza con el pasar de los días?   

La confrontación es difícil ¡Claro que lo es! pero lamentablemente no hay otra vía, el chavismo derribó hace mucho tiempo todos los puentes, aniquiló el poder del voto, sepultó la democracia bajo su violencia institucionalizada. Aparte del apoyo, se requiere mucha inteligencia, estrategia, coraje y, repetimos, realidad. María Corina es hoy la única figura, y por mucho, que reúne esos indispensables ingredientes para materializar un cambio en el país. @leandrotango

Por: Leandro Rodríguez Linárez

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