Colombia recibió este sábado a varios cientos de nacionales que estaban presos en Ecuador y que fueron deportados a pie a través de un puente fronterizo, en una acción que causó la protesta diplomática de Bogotá por considerar que el operativo se realizó de forma unilateral y sin previo aviso.

El gobierno ecuatoriano tomó esa medida para descongestionar las cárceles, que están bajo control de militares para evitar enfrentamientos entre bandas narco rivales que se disputan el poder en cruentas masacres. Desde 2021 cerca de 500 reclusos murieron en enfrentamientos entre grupos criminales.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha despoblado las cárceles del país desde que tomo posesión en noviembre de 2023. Las prisiones tienen capacidad para 30.000 reos. Antes de la llegada de Noboa, había 39.000 presos, en enero de este año eran solo 31.000.

La cancillería de Colombia indicó en un comunicado que cerca de 450 colombianos «expulsados» por Ecuador habían cruzado el puente de Rumichaca, principal conexión entre los dos países.

Luego, el organismo estatal a cargo de las prisiones ecuatorianas (SNAI) precisó en un comunicado que está en proceso la deportación de 700 colombianos. En los reclusorios del país se estima que había unas 1.500 personas de esa nacionalidad.

«Esta acción reafirma el compromiso del Estado ecuatoriano con la seguridad interna y el orden público», expresó.

Previamente, Diana Pozo, gobernadora de la provincia ecuatoriana de Carchi, donde está el viaducto, dijo a la prensa que «han sido deportados más de ochocientos» colombianos.

Bajo el resguardo de decenas de policías y militares de Ecuador, los reclusos con uniformes naranjas hicieron fila para ingresar a Colombia.

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