Un camión bomba, drones y fusiles: Colombia vivió el jueves una sangrienta jornada con dos ataques en distintas regiones que dejaron 13 muertos y decenas de heridos en la peor embestida de los grupos armados en la última década.

Hacia las 15H00 locales (20H00 GMT), un camión cargado con explosivos estalló en una calle concurrida junto a una base aérea de Cali (suroeste), la tercera ciudad más poblada del país.

El ataque dejó 5 muertos y 36 heridos, según autoridades, que aún no han responsabilizado a ningún grupo armado.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran vehículos en llamas, viviendas destruidas, personas heridas en el piso y gente que huye despavorida en medio del ruido de alarmas y gritos.

Más temprano, en el noroeste del país, la mayor disidencia de la exguerrilla FARC arremetió contra un escuadrón de la policía que trabajaba en una misión de erradicación de narcocultivos.

Armados con fusiles y un dron derribaron un helicóptero y se enfrentaron a los uniformados en un ataque que dejó ocho muertos. Las autoridades aún no confirman si todos eran miembros de los cuerpos de seguridad.

La violencia recrudece en el país a un año de las elecciones presidenciales. El 11 de agosto falleció el candidato favorito de la derecha, Miguel Uribe, tras sufrir un atentado a disparos en la cabeza.

«Ruido estruendoso»

El norte de la ciudad de Cali era un caos el jueves en la tarde. El ataque estaba dirigido contra una escuela militar de aviación, indicó el alcalde Alejandro Eder en la red X.

«Alcanzamos a recibir el ruido estruendoso de la explosión (…) Luego no se pudo pasar, no se pudo ver nada, nada, porque hay muchos heridos, hay muchas casas que se han dañado al frente de la base», dijo a la AFP Héctor Fabio Bolaños, de 65 años de edad, rector de un colegio aledaño que fue evacuado.

«Los niños que tienen jornada de la tarde tocó entregárselos a sus padres porque vinieron a recogerlos, por el susto», añadió.

La ciudad de 2,2 millones de habitantes, la más importante de la región del Pacífico, sufre una arremetida de guerrillas y grupos narcotraficantes que se disputan el negocio de la cocaína que envían a Estados Unidos y Europa.

Alexis Atizábal, fabricante de uniformes para la Fuerza Aérea en un almacén cercano al punto del atentado, dijo a la AFP que la explosión «quebró vidrios» y dejó «daños materiales» en su local.

A comienzos de julio hubo múltiples ataques con explosivos y drones en Cali y sus alrededores, en una jornada que dejó siete muertos y sembró terror entre sus pobladores.

«Organizaciones terroristas»

El acuerdo de paz de 2016 que desarmó al grueso de las FARC trajo un período de tranquilidad, pero otros grupos se fortalecieron en las zonas que dejaron los rebeldes y no fueron ocupadas por el Estado, según expertos.

El presidente Gustavo Petro pidió en la red X «al Estado colombiano y al mundo» declarar como «organizaciones terroristas» a dos facciones disidentes de las FARC y al Clan del Golfo, el mayor cartel productor de cocaína.

Desde que llegó al poder en 2022, el primer mandatario de izquierda en la historia del país intenta negociar con todos los grupos armados. Pero la mayoría de los procesos están en punto muerto.

Solo avanzan las negociaciones con el Clan del Golfo en Catar, luego de intentos fallidos que se iniciaron en 2023. También las conversaciones con una pequeña escisión de la guerrilla ELN y otra de las disidencias de las FARC al mando de alias Calarcá.

El creciente uso de drones explosivos en Colombia

El ataque con drones y fusiles contra la policía ocurrió en el departamento de Antioquia, en medio de operaciones antinarcóticos en el país que más produce cocaína del mundo.

Imágenes publicadas en redes sociales muestran al helicóptero sobrevolando la zona y luego un estruendo seguido de la caída de la aeronave. En otras imágenes se ve una humareda negra saliendo de la montaña.

El uso de drones cargados con explosivos es cada vez más común en el conflicto armado en Colombia.

Según informe del Comité Internacional de la Cruz Roja, las víctimas de artefactos explosivos, especialmente por el «uso intensivo» de drones, se duplicaron en los primeros meses de 2025.

Colombia registró récord de 253.000 hectáreas de cultivo de hoja de coca en 2023. Petro impulsa un plan para la erradicación voluntaria por parte de los campesinos a través de incentivos económicos. EN

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