El Tribunal Segundo de Control con Competencia en Ilícitos Económicos del estado Carabobo, a cargo de la Jueza Maxgliz Lizarazo, emitió este martes una orden de captura contra el ciudadano Gilberto Ceballos, presidente del Instituto Municipal del Ambiente (IMA) y fiel colaborador del alcalde Julio Fuenmayor, por su implicación en hechos de corrupción dentro del ente así como vínculos con un grupo hamponil que se dedicaba al contrabando de diésel.
Ceballos fungía como presidente del IMA en sustitución del prófugo de la justicia Santiago Bruzco, uno de los protagonistas de una trama de corrupción develada dentro de la alcaldía de Valencia. Además es hermano de Óscar Gilberto Ceballos, uno de los cabecillas de una banda delictiva, ya desmantelada, dedicada al contrabando de diésel en la entidad.
En la trama corrupta develada en el IMA, en la que se encuentran otros implicados como Rosa Verónica Alvarado Ascunes, directora del ente y el encargado Marcos Antonio Sánchez, ya detenidos por los delitos de «malversación agravada» y «disposición indebida de residuos o desechos sólidos no peligrosos», Gilberto Ceballos estaría comprometido.
La trama de la alcaldía apunta a la operación de un vertedero de basura que afecta a toda la comunidad del sector El Paíto, con gran cantidad de camiones volteo tanto de la Alcaldía como del Instituto Municipal Del Ambiente.
En cuanto a los vínculos del ahora expresidente del IMA con el contrabando de diésel en la entidad, se supo que tras pesquisas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), uno de los acusados por los delitos de asociación para delinquir, manejo indebido e ilícito de sustancias químicas y contrabando agravado, sería hermano de Gilberto.
Al momento de desmantelar dicho grupo hamponil, fueron capturados Wilmer Francisco Sánchez, Ronald Jesús González y Óscar Ceballos. En el procedimiento policial también se hallaron rotulados que incluían logos de la Alcaldía de Valencia, los cuales eran utilizados para decorar los vehículos decomisados.
La inminente actuación de los organismos policiales fue el detonante para que Gilberto Ceballos huyera.