Probablemente no gustará lo que vamos a señalar, pero en las actuales condiciones electorales tan apoteósicamente absurdas, cuando por ejemplo los partidos, candidatos y quienes votan los decide el régimen, pero no solo eso, sino también el cuándo, dónde, en la forma y medida de su conveniencia pues, llamar a participar en una elección con estas características no da lugar a duda que se es progobierno o, al menos, recibidor de dádivas que nada tienen que ver con el voto, la democracia ni la constitucionalidad… cuestión de pura sensatez.

Así, el régimen «dialoga» con los popularmente denominados “alacranes” porque éstos, al ser impuestos por las mismas instituciones rojas, sin primarias y con pleno rechazo de sus militancias, no representan más que sus propios intereses, los de sus partidos, por consiguiente, no dirán que no a una elección 100% psuvizada, solo quieren su cuota de poder y recursos de campaña, sacrificando al país.

Hasta la fecha hay aproximadamente 15 «candidatos opositores» con el beneplácito del chavismo, cada uno de ellos en un rango de 0,1 a 3% de «popularidad», será otra elección al estilo 2018, para colmo de males, la única que ha sido electa por primarias reales, con participación pública y notoria de 10% de los electores, es inhabilitada violando todo el debido proceso ¿Tiene sentido?

Vamos más allá, a la fábrica de candidatos se suman variopintos. Dejamos muy en claro que respetamos muchísimo al Dr. Eduardo Fernández, pero también es muy claro que no es el candidato requerido, ni remotamente. Contra el régimen se requiere una figura tanto o más radical que el chavismo, que se pare de frente, capaz de retar al castrismo venezolano y sabemos Fernández no lo ha hecho ni lo hará, no es su estilo de política.

Así las cosas, observamos con profunda indignación como con gran facilidad presuntos políticos «opositores» aceptan las inhabilitaciones inconstitucionales aludiendo «es la realidad política» pero ni por casualidad asumen que es justamente esa la realidad que hay que combatir, no sumarse a ella convenientemente… pasan a ser parte gruesa del problema.

Tristemente tenemos que admitir (sin sorpresas) que Barbados fue para liberar al colombiano Alex Saab, una vez logrado el objetivo «que sigan las elecciones 100% psuvizadas». Si algo hay que reconocer al régimen es que ha hecho con el Estados Unidos de Biden lo que le ha dado la gana, la infalibilidad de la Casa Blanca es solo en Hollywood.

De este modo, pero en Venezuela, se repite un nuevo episodio al estilo del Laudo Arbitral de París, cuando personas ajenas al país dispusieron de nuestro territorio. Hoy, en Caracas, en la AN, personas sin legitimidad, los más rechazados, ajenos a las necesidades reales y sentidas de los venezolanos, disponen de una elección, en las condiciones más absurdas que jamás hayamos tenido, que afectará dramáticamente a toda la nación 

¿Por qué se plantea la inconstitucionalidad de estas presidenciales? Registros Saime y Electoral corruptos (confesión realizada por el mismo régimen). Partidos judicializados, instituciones 100% parcializadas, inhabilitaciones ilegales, trabas para nuevos inscritos para el registro electoral, negación del voto en el exterior, ventajismo atroz de Maduro, entre un largo etcétera. 

Para finalizar una pequeña reflexión: Lo contrario a la riqueza no es la pobreza, es la injusticia. Lo contrario a la felicidad, no es la infelicidad, es la injustica Lo contrario a la libertad no es la opresión, es la injustica. Una nación sin justicia es pobre, infeliz, oprimida. @leandrotango

Por: Leandro Rodríguez Linárez 

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