Muy distinto a lo ocurrido en los careos previos, en la que las ofensivas fueron protagonistas, en el quinto duelo entre los Eternos Rivales el pitcheo copó la escena y fue el conjunto Leones del Caracas el que sacó la mejor parte al imponerse 3 a 2 ante Navegantes del Magallanes, y asegurar así la serie particular entre ambos.

Como si se tratase del slogan de una cuña publicitaria, Caracas logró más con menos. Pues solo necesitó de tres imparables para doblegar a sus archirrivales frente a las más de 20 mil personas que se dieron cita para el último duelo de ronda regular entre ambos clubes en el Estadio Universitario.

Resultaría una mezquindad otorgarle todo el crédito del vigésimo triunfo de la campaña para los melenudos a los bateadores. El staff de lanzadores también tuvo una cuota de responsabilidad, una vez más encabezados por el joven Jesús Vargas, quien no contó con su mejor inicio de partido, aunque ayudado por su defensa se recuperó a tiempo para evitar lo que pudo haber sido una catástrofe.

El novel serpentinero retiró al primer naviero que encaró, pero luego entró en dificultades al recibir hits seguidos del dominicano Rainel Rosario y del criollo Daniel Mayora, ambos hacia la pradera izquierda. Renato Núñez en un extenso turno de hasta nueve pitcheos, sacó un boleto que congestionó las almohadillas y dejó la mesa servida al peligroso Alberth Martínez.

Martínez, uno de los mejores bateadores del torneo, conectó un largo elevado hacia los predios del guardabosque derecho Alexander Palma para llevar a Rosario hasta el home plate con la carrera de la quiniela.

Con dos outs, además de hombres en segunda y primera, a Vargas le tocó medirse con su ex compañero Romer Cuadrado, quien sacó un profundo elevado entre los jardines izquierdo y central, pero apareció Harold Castro con un engarce de lujo que apagó el incendio y puso a celebrar a la abundante afición caraquista.

Con la ventaja temprana, Ricardo Sánchez se posó sobre el montículo como iniciador por Magallanes y se deshizo rápidamente de los tres leones, incluido un ponche con solo cuatro envíos frente al estelar Gleyber Torres.

Ese dominio exhibido en el comienzo, no pudo ser extendido por Sánchez hasta su segunda entrada de labor, en la que el enrachado Freddy Fermín le abrió con inatrapable a la derecha para luego meterse hasta la goma gracias a laberíntico cuadrangular de José Rondón, el sexto para el de la presente zafra. Euforia y más euforia era lo que se percibía en el repleto Universitario.

Desde ese punto en adelante, todo fue pitcheo. Vargas fue escabulléndose del campo minado que significa el lineup naviero hasta alcanzar cuatro importantes entradas para el mánager José Alguacil. Admitió cinco inatrapables, regaló un pasaporte y ponchó a dos. Lo mismo ocurrió con Sánchez, quien se retiró del juego con cuatro episodios, las dos rayitas, sin transferencia a la inicial y cuatro abanicados.

“Estaba planeado que nos diera cinco o seis innings. Pero titubeó, llegó a conteo de pitcheos muy altos, aunque al final nos dio unos buenos cuatro episodios”, ponderó Alguacil en declaraciones recogidas por el departamento de prensa del club felino.

Entraron en acción los elementos de ambos bullpens. El brasileño Tiago da Silva fue el primero en decir presente por los avileños y sin aspavientos retiró a los seis con los que lidió en los dos innings de labor que le tocó.

Por los carabobeños le correspondió al quisqueyano Yaramil Hiraldo, pero su intervención no pudo ser tan efectiva al recibir batazo de vuelta entera de su compatriota Isaías Tejeda en la baja de la quinta, con la que Leones amplió la diferencia 3 a 1.

Los tripulantes de la carabela no se iban a quedar de brazos cruzados y en el séptimo tuvieron una intentona de complicarle la noche a los locales ante los lanzamientos de Yoimer Camacho, quien contrario a lo que tiene acostumbrado, no estuvo efectivo al permitir trío de incogibles al hilo, además de incurrir en una pifia que se tradujo en la segunda anotación magallanera, la que lo llevó tener que abandonar el encuentro con un par de corredores en posición de anotar.

Camacho fue socorrido por José Mújica y para fortuna del equipo, de Alguacil y de toda la afición melenuda, el derecho con experiencia en Grandes Ligas, mostró su mejor cara en lo que va de certamen al exhibirse intraficable.

Mújica ponchó a Edwin García como primer adversario al que vio. Fue forzado a regalarle una base por bolas intencional a Raniel Rosario y tener que luchar contra el corazón ofensivo del lineup de Yadier Molina, el tercer bate Daniel Mayora y el cuarto Renáto Núñez. Con categoría se deshizo de los dos con sendos ponches para hacer explotar en algarabía a buena parte de los asistentes al parque de la UCV.

Por detiempo

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