Más de 50 jugadoras, entre ellas las campeonas del Mundial Femenino del Fútbol, firmaron una declaración conjunta en la que afirman que no volverán a jugar, mientras continúen en el mando los actuales dirigentes del fútbol español, incluido el presidente de la federación, Luis Rubiales, quien está en la mira por el escándalo del beso en los labios a Jenni Hermoso, tras la consecución del título mundial.

«Después de todo lo sucedido durante el Mundial Femenino, queremos manifestar que todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la Selección si continúan los actuales dirigentes», señala el texto.

En la misiva, enviada a través de su sindicato FUTPRO y firmada por 56 jugadoras, entre ellas Hermoso, la jugadora desmiente las declaraciones de Rubiales: «Quiero aclarar que, tal y como se vio en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me propinó y, por supuesto, en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho».

Por su parte, el delantero español, Borja Iglesias, delantero del Real Betis, afirmó el viernes en su redes sociales que no volverá a la selección, si no hay cambios: «Vestir la camiseta de la selección española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes».

Rubiales se negó a dimitir a primera hora del viernes, lo que provocó el enfado de jugadores y ministros del gobierno, que tacharon sus acciones de comportamiento misógino inaceptable.

Reuters

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