Si usted desea sentirse bien consigo mismo, saberse cumplidor de sus deberes, congraciarse con su espíritu democrático ¡Perfecto! vote con las actuales condiciones, mismas que se vienen arrastrando desde hace dos décadas, pero sepa que solo será eso, una catarsis, nada más.

Son muchos los factores que condicionan “lo electoral” en esta Venezuela desdibujada, el principal es la ficción. Creemos existe democracia y constitucionalidad donde no las hay, creemos hay una oposición al peor gobierno de todos y tampoco la tenemos, el país es un enorme y costoso show que no solo afecta la vida de quienes en él viven, sino que, prácticamente, a todo el planeta. Padecemos el peor éxodo vigente, un régimen que apoya “movimientos” en otras naciones, etc.

Nos tachan de colaboracionista por “llamar a la abstención”, si bien es cierto en pocos años la abstención arrinconó al chavismo, al menos mucho más que cuando se votaba deliberada y absurdamente y era reconocido con total disponibilidad de apoyos occidentales, pero es que ya nadie puede extraer provecho del no votar, el régimen no tambalea su poder y la falsa opinión mantiene sus cuotas, los venezolanos somos quienes pagamos las consecuencias, al igual que cuando se vota. Así, no llamamos a la abstención ¡Todo lo electoral es inútil!

Lamentamos tener que volver a recurrir a este rápido análisis: Quienes participan con su voto con registros Saime/Electoral corruptos (confesado por el mismo director nacional del Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería), con instituciones 100% psuvizadas, por candidatos ungidos por los rojos, por los partidos que permite el chavismo, con resultados impuestos por el CNE, etc ¿Se atreven a decir que somos los que no votamos los colaboradores del régimen? ¡Que desfachatez!

Ante el rechazo histórico del régimen muchos creerán está provocando la abstención, pero va mucho más allá. Al estilo 2018, solo «unge» candidatos blandos, coleros, domesticados, que no reprocharán procedimientos ni resultados… pero más aún, el votar poco, mucho, muchísimo como en 2015 o en Barinas en 2021, ganar, perder o abstenernos, genera siempre el mismo resultado, el régimen no cede, desmantela todo lo que pierde, lo acorrala y continúa manteniendo facultades, competencias y recursos de lo que “pierde”.

Hay que tener un muy pobre concepto de democracia para creer que obtener más voto es ganar una elección y con eso la democracia sale premiada ¡No! ganar una elección es poder ejercer lo obtenido a través del sufragio según estipula la ley y la democracia y eso, estimados lectores, no ocurre en Venezuela desde hace mucho tiempo. Lo electoral con instituciones públicas psuvizadas, sin democracia ni constitucionalidad es solo un miserable negocio entre régimen y cómplices, mismos que sacrifican al país por su bienestar personal.

¿Cómo está el país? Un reducto chavista, útil para maniobras, creyente que con la peor corrupción registrada por la humanidad y 23 años de excusas el país mejorará, y opositores creyentes que, con cómplices consentidos por el régimen, recibidores de cuotas de poder y elecciones 100% psuvizadas, puede haber cambio… ¡En Venezuela si hay bloqueo, pero mental

Disculpen nuestra franqueza, nos soportan casi 30 elecciones en mismas circunstancias, procedimientos y (ya veremos) resultados. La fórmula debe ser totalmente opuesta, oponerse a elecciones psuvizadas y a políticos que descaradamente reciben beneficios por parte del chavismo. Una oposición real no tiene cuotas en instituciones chavistas, no le asignan partidos, no los promocionan por los medios de comunicación del régimen, etc. Los que únicos que pueden garantizar cambio son quienes se opongan radicalmente al castrismo venezolano. @leandrotango

Por: Leandro Rodríguez Linárez

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