Cuando ha pasado poco más de un mes de la muerte del cantante británico Liam Payne, este miércoles 20 de noviembre se ha celebrado su funeral en una ceremonia privada. Los restos mortales del artista, que falleció a los 31 años el pasado 16 de octubre al precipitarse desde el balcón de un tercer piso del hotel Casa Sur en Buenos Aires y que no llegaron a Londres hasta el 7 de noviembre debido a las investigaciones policiales, serán enterrados tras un servicio que ha comenzado a la una de la tarde (hora británica). 

En concreto, el funeral tuvo lugar en la iglesia de St. Mary de la localidad de Amersham, al noroeste de Londres. Una fuente de la propia iglesia contó al Daily Mail que un coro y un grupo de músicos iban a actuar en el servicio. El ataúd azul con el cuerpo de Payne llegó a las puertas del templo —en el que también se congregaron medios, fans y curiosos— en un carruaje blanco, sobre el que había dos coronas de flores: una con la palabra «son» (hijo, en castellano) y otra en la que se podía leer «Daddy» (papá). Además, una de las coronas florales muestra bolos y una pelota, un guiño al amor por los bolos de Payne.

Al funeral acudieron tan solo los familiares, los amigos más cercanos del artista y su novia, Kate Cassidy, así como sus cuatro antiguos compañeros de One Direction, el grupo de pop británico que los convirtió en estrellas mundiales: Louis Tomlinson, Niall Horan, Zayn Malik y Harry Styles. La de este miércoles fueron la primera vez que se les ve juntos desde que hicieron su último concierto como grupo, en 2015; aunque los cuatro han llegado a la misa por separado. La expareja del cantante, Cheryl Cole y madre de su hijo Bear, también estuvo presente en el servicio religioso. «Su familia ha hecho todo lo posible para organizar el servicio perfecto y darle la despedida que se merece», avanzaba sobre la despedida una fuente cercana a la familia al medio británico The Sun. «Puede que Liam haya sido una superestrella mundial, pero para Geoff y Karen [padres del artista] siempre será su pequeño. Será un día increíblemente difícil», añadía.

En el entierro de este miércoles también se han podido ver algunos rostros conocidos. Entre los asistentes estaban Simon Cowell, el encargado de crear a One Direction en el programa de talentos The X Factor que los lanzó a la fama —y que conoció a Payne la primera vez que trató, sin éxito, de entrar en el concurso musical cuando tenía 14 años—. También han acudido el presentador británico James Corden; y las cantantes del Reino Unido Nicola Roberts y Kimberley Walsh, ambas antiguas compañeras de Cheryl Cole, expareja de Payne, en el grupo Girls Aloud.

Mientras en el Reino Unido Liam Payne recibe un último adiós, en Argentina continúan las investigaciones para esclarecer las circunstancias del trágico fallecimiento del artista. La fiscalía de Buenos Aires, tras el dictamen del fiscal a cargo del caso, Andrés Madrea, imputó el pasado 8 de noviembre a tres personas por su muerte: a un acompañante del artista al que se le acusa de abandono de persona seguido de muerte y de suministro de drogas; a un empleado del hotel donde murió por suministrar cocaína al músico; y a un traficante por proveer estupefacientes al vocalista que propiciaron su muerte. Y si bien los investigadores policiales determinaron que el cantante estaba solo en la habitación en el momento en el que se precipitó desde el balcón, también probaron “al menos cuatro suministros de estupefacientes de terceros y otras facilitaciones de consumos adictivos, por parte de su entorno directo, que tuvieron como destinatario al exintegrante del grupo One Direction durante su alojamiento en el mencionado hotel, entre el 13 y 16 de octubre”, informó la fiscalía argentina. Por el momento, la investigación policial continúa abierta y se espera la sentencia de la jueza a cargo del caso, Laura Bruniard.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.