El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) determinó este miércoles que el sacerdote proveniente de Kenia, Josiah K’Okal, se quitó la vida en una zona boscosa de Guara, estado Monagas.

A través de su cuenta de Instagram, el director de la policía científica, Douglas Rico mencionó que el presbítero dejó abandonado un pedazo de «mecate» en su residencia, que utilizó para quitarse la vida.

«En relación a lo ocurrido con el sacerdote Okal Asa, se determinó a través de la Criminalística que fue un suicidio. Luego del hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote, Okal Josiah Asa, en la carretera nacional Tucupita Barrancas, municipio Sotillo, estado Monagas, se inició el trabajo de investigación técnico – científico, que permiten manejar como móvil del hecho un posible suicidio, ya que al momento de ser localizado en la residencia donde él habitaba, fue hallado un vínculo de un mecate que él utilizó para quitarse la vida», detalló.

En ese sentido, informó que luego de hacer la inspección técnica al lugar y una serie de entrevistas a amigos y conocidos de la víctima, las autoridades descubrieron un «estado depresivo reciente», que se evidenció en las últimas conversaciones halladas en su teléfono.

«Al realizar la inspección técnica al sitio del hecho, se colectó otra parte del segmento de cuerda, por lo que se realizan las experticias y se determina que había continuidad del mismo», precisó.

Por otra parte, la Arquidiócesis de Caracas y el cardenal Baltazar Porras lamentaron el pasado 3 de diciembre la muerte del sacerdote misionero proveniente de Kenia, Josiah K’Okal, en Monagas.

Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) encontraron el cuerpo del sacerdote, quien era miembro de la Congregación Misioneros de la Consolata (con sede en Tucupita, Delta Amacuro), en una zona boscosa en Guara, estado Monagas.

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