La fundación de San Rafael de Carvajal es un acontecimiento de gran relevancia histórica en el estado Trujillo, Venezuela. Esta hermosa localidad, conocida por diferentes nombres a lo largo de su historia, ha sido testigo de la laboriosa dedicación de sus habitantes en el transcurso de los siglos, en pos del progreso y el bienestar de sus comunidades.

El 20 de octubre de 1670, el Capitán español Baltasar de Carvajal llegó a la región proveniente de las llanuras de Yaracuy y decretó la fundación formal de lo que hoy conocemos como San Rafael de Carvajal. En aquel momento, la zona estaba habitada por indígenas Momboyes y Escuqueyes, pertenecientes a la noble nación Timoto-Cuica, con quienes Baltasar estableció una «alianza».

La región se caracterizaba por su fertilidad y abundancia, con tierras ricas en cocuiza y un clima cálido y lluvioso que favorecía la vida y el crecimiento. Los indígenas la conocían como «Estovacuy», que en su idioma nativo significaba «Sabana de las Cocuizas».

En esa época, los españoles se aventuraban por los distintos territorios en busca de nuevas tierras para colonizar y aprovechar. Al establecer un pueblo, los conquistadores solían imponer su cultura y sus tradiciones, como parte de la estrategia de dominación y control sobre los nativos.

Los indígenas que habitaban la región, los Momboyes y Escuqueyes de la nación Timoto-Cuica, seguramente vieron con asombro la llegada de los extranjeros y la fundación de un pueblo que llevaría el nombre de uno de ellos. Para los españoles, era una forma de marcar su presencia en la zona y de controlar a la población indígena, imponiendo su autoridad y su lengua.

Hoy en día, en nuestros tiempos, San Rafael de Carvajal continúa siendo un lugar de encuentro y de intercambio cultural, donde se celebra la diversidad y se preserva el legado histórico de sus antepasados. La fundación del pueblo en 1670 por Baltasar de Carvajal sentó las bases para la construcción de una comunidad fuerte y unida, que ha sabido adaptarse a los cambios y desafíos de la historia.

San Rafael de Carvajal, cuyo patrono es San Rafael Arcángel, se convirtió en un lugar de profundo sentido de pertenencia y orgullo para sus habitantes, propios y extraños, quienes cuidan y celebran su patrimonio ancestral. La riqueza cultural, histórica y natural de la región se entrelaza con la hospitalidad y la amabilidad de sus residentes, creando un ambiente único y acogedor.

En la actualidad, San Rafael de Carvajal sigue creciendo y desarrollándose, manteniendo vivo el legado histórico y cultural que la distingue de otros centros poblados en Trujillo. Desde aquel lejano momento en que se fundó la localidad por el Capitán español como lo rezan los relatos, ha sido un lugar de encuentro y convivencia de diferentes culturas y tradiciones, donde la historia se entrelaza con la modernidad en armonía.

La semblanza de San Rafael de Carvajal es una historia de resistencia, de adaptación y de crecimiento. A través de los siglos, sus habitantes han sabido mantener viva la memoria de sus raíces y han construido un patrimonio cultural único, que nos recuerda la importancia de valorar y respetar la diversidad en todas sus formas.

En aquellos remotos días, cuando la «Sabana de las Cocuizas» y sus habitantes indígenas establecieron una «alianza» con el Capitán español Baltasar de Carvajal, se sembró la semilla de una historia rica en tradiciones y culturas que prevalecen hasta nuestros días. Fue en 1670, hace 354 años, cuando esta «alianza» se formalizó, lo que posteriormente dio inicio a la fundación del municipio San Rafael de Carvajal a principios de la década de los 90 del siglo pasado.

La «alianza» que permitió la evolución de una tierra y su pueblo, surgió de una única interacción entre dos mundos, combinando la pureza y la experiencia que llevaron a forjar un futuro próspero, fundamentado en el respeto y la celebración de sus raíces, así como en el reconocimiento de que la riqueza virginal de aquella «Sabana de las Cocuizas» era el hilo conductor de la prosperidad de la comunidad que hoy disfrutamos.

En la actualidad, los carvajalenses siguen honrando y celebrando esta herencia, y la devoción de sus habitantes a San Rafael Arcángel, quien es su santo patrono desde 1873, lo que les permite enfrentarse con coraje al futuro y sembrar las semillas de un legado que siga creciendo y enriqueciendo a la entidad. Y así, el municipio de San Rafael de Carvajal continúa siendo un testimonio del amor y la devoción de sus habitantes por la tierra que los vio nacer y crecer, y que sigue siendo el bien más preciado en sus corazones.

En conclusión, la fundación de San Rafael de Carvajal por «La alianza de Baltazar», marcó el inicio de una historia rica y fascinante, llena de tradiciones y costumbres que perduran hasta nuestros días. Esta hermosa localidad que fue elevado a rango de municipio el 2 enero de 1990, es un reflejo del esfuerzo y la dedicación de sus pobladores en pos de un futuro próspero y lleno de oportunidades para las generaciones venideras. El amor a «Mi sagrado suelo» es como el aire que respiramos. Viva, viva Carvajal, «Tierra tocada por Dios» en tus 354 años, Feliz cumpleaños!

Por Marcos Montilla

Abogado, columnista y ex alcalde de Carvajal

CARVAJAL ES HISTORIA Y TRADICIÓN

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